jueves, 8 de octubre de 2009

Respuesta a la idea de España



Este texto es copia de una respuesta a un comentario aparecido en este blog, y que dada su extensión y su posible interés para otros lectores he incorporado como una entrada nueva.


Estimado lector, gracias por dejar su comentario. No entiendo a que se refiere con demagogia barata al referirse a la cita de D. Benito Pérez Galdós, ya que no pretendo halagar ni convencer a nadie, tan solo me limito a esponerla. Por cierto, Galdós era ideológicamente más cercano a usted que a mí (por lo que entiendo en su comentario), ya que era liberal progresista de corte republicano.

Para mí defenir España, excede las ideas, me superan los conceptos que no llego a comprender. Me es imposible expresarlo de forma teórica, ya que se acerca más al sentimiento que a la razón. Es un amor que podría compararse, salvando las distacias, como al de una mujer; tu novia puede no ser la más bella del planeta, ni seguramente la más inteligente, pero no la cambiarías por nada del mundo, la quieres con sus grandezas y sus miserias, y precisamente por ellas, porqué es parte de ti. Yo creo que quién no tiene este sentimiento no lo puede entender.


Estoy de acuerdo contigo en que el patriotismo es común a todos los pueblos y lógica la pregunta que planteas (“¿A qué pueblo pertenes tú?”)

Es cuestión difícil definir conceptos como pueblo, nación o patria, y sobre todo como aplicarlos en las situaciones sociales y políticas actuales. Hay gente que considera su pueblo la aldea donde ha nacido y otros al mundo entero sin fronteras.

Si nos atenemos a la idea del conjunto de personas con unas características étnicas, culturales e históricas comunes para definir un pueblo (habría que profundizar en estos puntos y no tomarlos por separados). Yo me defino como español, pero español en sentido amplio, es decir de una España heredera de la Iberia que definieron los antiguos griegos como la tierra de los íberos, una tierra con una etnia y cultura original (muy diluida con el paso del tiempo y la sucesión de invasiones: celtas, fenicios, griegos, romanos,...), compuesta sociológicamente y políticamente por pequeñas tribus gobernadas por caudillos y reyezuelos.

Esta tierra no fue hasta la conquista romana donde adquirió una unidad política bajo el nombre de Hispania (cuyos límites geográficos son practicamente iguales que los de los de la España y Portugal penínsular de hoy en día), aunque por su extensión y facilidad de administración se dividió en varias provicias. La independencia política de España se consiguió con la llegada de los visigodos, reducidos en número e inferiores culturalmente mantuvieron la civilización y sociedad hispanoromana y tan solo cambiaron la forma de organización y gobierno de esa sociedad. Esta unidad se mantuvo varios siglos hasta la invasión musulmana del 711, que introdujo la civilización islámica, completamente diferente a la establecida y continuada desde los romanos. Los últimos vestigios del reino visigodo quedaron acantonados en el norte de España, y fueron esos pequeños reinos cristianos del norte los que iniciaron y prolongarón la reconquista. Estos reinos crecieron y se desarrollaron con el objetivo inequívoco de la lucha contra el enemigo común islámico, eso no quita que fueran reinos independientes y tuviesen sus conflictos entre sí, así mismo cómo alianzas entre ellos y uniones dinásticas.

Durante el período de la reconquista (800 años) los reinos y condados indepenientes evolucionaron dentro de unos límites hacía unos rasgos culturales diferenciales, fue durante este periodo donde nacieron las lenguas romances que actualmente se hablan en España y a las que se acogen los nacionalistas (excepto el vascuence que es bastante anterior) para establecer sus diferencias y fundamentar sus pretendidos derechos sobre el resto de España.

La conquista del último reino musulmán de la península y por tanto el final de la reconquista coincidió en un periodo corto de tiempo, y no por casualidad, con la unión de los reinos hispano-cristianos (excepto Portugal) originando la España actual moderna, y la expansión de esa Hispania (España y Portugal) por todo el planeta.

Esa unión de los españoles en un objetivo común, en este caso la recuperación del territorio invadido por los musulmanes, nos dio una fuerza, un desarrollo y un apogeo que nos convirtió en una potencia capaz de llegar y llevar a cualquier punto del planeta nuestra civilización.


Pues ese es el pueblo al que pertenezco y al que me siento orgulloso en el momento actual de la historia de representar. Ese pueblo al que pertenecen no sólo España, si no también Portugal y también Hispanoamérica donde nuestra sangre y nuestra cultura se fundieron con las existentes allí. En resumén, lo que se conoce como Hispanidad.


La perdida de ese empuje inicial, seguido de la debilidad de nuestros gobernantes nos llevó y nos sigue llevando a la decadencia. Una decadencia que ha desembocado en una división y discordia entre nosotros mismos (ilustrados-absolutistas, liberales-tradicionalistas, republicanos-monárquicos, izquierdas-derechas,...) y que nos ha llevado a cuestionarnos a nosotros mismos como nación y a avergonzarnos de nuestro papel en la historia. En esta situación de debilidad y acomplejamiento es donde se ha infiltrado el virus del nacionalismo secesionista.

No es como tu indicas unas antiguas aspiraciones de independencia. El nacionalismo disgregador surge realmente con fuerza a finales del siglo XIX, en 1895 Sabino Arana funda el PNV, en 1901 se funda la Lliga Regionalista en Cataluña y en 1918 la asamblea de las Irmandades en Galicia.

Coincide con la pérdida de las últimas colonias de ultramar y el fuerte sentimiento de frustación generalizado en todo el país (el desastre del 98), y que tendrá su reflejo en movimientos nacionalistas y regeneracionistas por toda España. Estos movimientos renovadores no tendrán como objetivo la unión de todos españoles en un destino común, si no que muchas veces se centrarán en la luchas de unos grupos contra otros, en el desprecio del pasado histórico como si fuese él el culpable de nuestro subdesarrollo. Un nacionalismo separatista insaciable que no le importa basarse en mitos y desvirtuar la historia y la realidad para saciar sus ansias de poder aunque sea destruyendo España en pequeñas taifas.


Los gobiernos débiles de España siempre han intentado solucionar el problema nacionalista de la misma forma, cediendo a sus pretensiones con la ingenua idea de que de esta forma se darían alguna vez por contentos y satisfechos, alcanzando así la ansiada estabilidad; pero el resultado ha sido todo lo contrario, las reclamaciones han ido aumentando incesantemente al igual que su grado de insatisfacción. Empezaron por pedir que se protegiese sus rasgos distintivos como elementos de riqueza cultural para toda la nación y ya actualmente piden la independencia literalmente. Se puede comparar al caso de los empresarios que son chantajeados por la mafia, éstos ceden y pagan pensando que les dejaran en paz, pero lo que consiguen es lo contrario, el mafioso al obtener su objetivo se hace consciente de su poder de intimidación y vuelve a chantajear con una mayor cantidad, ya que si se cede una vez se puede ceder siempre.


La solución que plantea usted creo que ya no tiene lugar en la situación actual que vive España. Que haya una república o una monarquía le da igual a un nacionalista que pide directamente la independencia (como son practicamente todos los partidos nacionalistas) Por el mismo motivo está totalmente superado el modelo federalista. España seguramente sea uno de los países más descentralizados del mundo, superando a los paises con federaciones como Alemania o Estados Unidos o incluso confederaciones como Suiza. Además las federaciones se establecen para formar unidades nacionales, donde los diversos estados ceden soberanía para formar un Estado único o Nación, como són los casos de Alemania, Estados Unidos e Italia, no al revés, donde la cesión de soberanía del Estado central a las regiones lo que ha derivado siempre ha sido la disgregación de imperios y naciones.

El modelo de lo que tu planteas ya se intento implantar en España con la I República, una república cantonalista tipo Suiza. El desastre no pudo ser mayor, en cuanto se aplicó se empezaron a proclamar repúblicas independientes por toda España, no sólo de regiones, sino de ciudades e incluso de pueblos, y que inmediatamente se declararon la guerra entre sí. Baste como ejemplo, no sé si verdad o mito, pero sí bastante representativo, el manifiesto de la república de Jumilla:

"La nación jumillana desea vivir en paz con todas las naciones vecinas y, sobre todo, con la nación murciana, su vecina; pero si la nación murciana su vecina, se atreve a desconocer su autonomía y a traspasar sus fronteras, Jumilla se defenderá, como los héroes del Dos de Mayo y triunfará en la demanda, resuelta completamente a llegar, en sus justísimos desquites, hasta Murcia, y a no dejar en Murcia piedra sobre piedra."

En cuanto a la guerra civil, es triste decirlo pero, parece que fue inevitable debido a la situación que se llego en España de implantación de una revolución socialista de corte soviético como en la URSS. La victoria de los nacionales fue lo mejor que podía ocurrier en aquella terrible situación: se pudo pasar si sobresaltos la segunda guerra mundial y la dictadura trajo el mayor periodo de paz y prosperidad a España de la era moderna, todo ello preparo al país para la transición de la dictadura a la democracia sin muchos sobresaltos. A mí no sé me ocurre como se podría haber hecho una transición menos traumática.

La amnistía de los presos políticos trajo el borrón y cuenta nueva (aunque en muchos casos fuese injusto. Se debió hacer caso por caso y no de forma general), el deseo de olvido de todo lo que supuso la guerra civil y la dictadura de oposición y enfrentamiento entre los españoles. El antiguo régimen se suicidó para dejar paso a la democracia y la oposición política (comunistas y demás grupúsculos de ultraizquierda) acataban un regimén democrático y a un rey.

Volver atrás es lo que pretende la ley de Memoria Histórica y eso es sólo revanchismo y conseguir abrir viejas heridas, eso sí a través de la manipulación de la historia, porqué de revisar la historia la peor parada sin duda serían las izquierdas.

Los problemas que sufrimos actualmente vienen de la degradación y corrupción de la democracia hasta hacer imposible llamarla como tal. El origen está en la constitución de 1978 que deja resquicios para todo lo que ha venido después, pero el problema ya ha superado la constitución, ya da igual, no importa nada, ya que la constitución no se aplica actualmente en España. El mejor ejemplo lo tenemos en el nuevo estatuto de Cataluña, que se aplica ya 3 años y que proclama claramente que Cataluña es una nación y que se debe relacionar con España de forma bilateral. Y esto es consecuencia de que en España no hay justicia, ésta está en manos del gobierno y dicta las sentencias cuando y como le combiene. Y el gobierno está en manos de los partidos nacionalistas que son necesarios para hacer gobiernos estables a un coste político inaudito.


La solución para mí:

Para empezar cambio de la ley electoral, cada partido debe tener una representación acorde a sus votos, lo más fácil es la circunscripción única por elección, una persona - un voto, independientemente de donde viva, de esta forma tan simple los partidos nacionalistas pasarían ha tener una influencia testimonial en el parlamento nacional.

Otro punto importante, devolución de competencias al Estado central, sobre todo y de forma urgente la de educación. La educación ha sido el verdadero cáncer y herramienta del separatismo para adoctrinar al pueblo contra España.

Y tercer punto, independencia del poder judicial del poder político. Los jueces y fiscales deben ser elegidos entre ellos mismos, sin ninguna intervención de la política y sin que puedan participar en la política (me refiero por ejemplo a los casos del ministro Bermejo y al juez Garzón)

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